Durante las vacaciones, tiempo para olvidar el estrés, desconectar y descansar cuerpo y mente, cambiamos por completo nuestros horarios y rutinas.
Muchas veces, las vacaciones se convierten en la ocasión perfecta para organizar planes, realizar actividades diferentes, cambiamos patrones alimenticios, realizamos menos ejercicio y disfrutamos de más momentos de descanso como las siestas.
Además, si salimos de casa y nos vamos a un hotel, camping u hostal, esto supone un cambio de cama y almohada, algo que se traduce en una alteración del sueño y que a veces implica cansancio, fatiga y malestar durante el día.
Todas estas variaciones pueden afectar a nuestros patrones de sueño y hacer que a nuestra vuelta sea más difícil adaptarnos a la rutina diaria.
¡Cuánto cuesta la vuelta a la rutina! El llamado síndrome postvacacional es un hecho que casi todo el mundo padece, en una u otra medida, a la hora de reincorporarse al trabajo. A continuación, te proponemos una serie de consejos para que recuperes tu sueño de calidad lo antes posible.
Después de acostarnos y levantarnos a las horas que hemos querido y las siestas que nos han apetecido, toca volver a la rutina. No te arrepientas, has disfrutado de tus vacaciones, pero al igual que a tu cerebro le va a costar focalizar y volver a la realidad, también le ocurre a tu cuerpo.
Acostúmbrate a empezar a descansar a la misma hora cada noche, a ser posible de siete a ocho horas para comenzar con buen pie el día siguiente.
Es normal que los primeros días te impacientes y des vueltas en la cama o te cueste dormirte enseguida. Es importante no despertar la mente con pantallas de móvil, tablet, ordenador o televisión. Así sólo conseguirás el efecto contrario. El objetivo es que tu cuerpo y tu mente identifiquen que ha llegado la hora de dormir.
Trata de evitar las cenas copiosas, ricas en azúcares, grasas o muchos líquidos (y menos alcohol) ya que pueden interferir en el sueño por pesadez, malas digestiones, ganas de ir al baño y sensación de incomodidad.
Es recomendable cenar al menos un par de horas antes de irte a la cama, tiempo suficiente para que la digestión no interfiera en el sueño. Igualmente, es aconsejable tomar alguna infusión relajante, sin teína, que te facilite la digestión y te induzca al sueño. Puedes también ayudarte con algún suplemento como Magnesium, Noctivance, que contribuyen a reducir el estrés y fomentan la relajación y el sueño.
En ocasiones, creamos hábitos sin saber que son estos los que nos impiden conciliar el sueño, generándonos estrés y cansancio. Hay determinadas actividades que pueden ayudarnos al cuerpo y a la mente a relajarse y conciliar el sueño como la meditación, el yoga, tomar un baño de agua caliente antes de acostarse o leer un libro.
Por último, te recomendamos que respires y te lo tomes con calma y tranquilidad. Retomar la rutina no es tarea sencilla. Lo más importante es ser consciente de la búsqueda de un buen descanso y generar esta rutina para antes que te des cuenta, estar totalmente reincorporado.