Todos sabemos que la vitamina E (alfa tocoferol) es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestra salud. Su presencia en nuestro organismo es un requisito imprescindible para su preservación Por este motivo, y pasados ya los meses de verano y otoño, su adecuado consumo es una garantía de protección y bienestar para cuidar la piel en invierno. Nuestra piel, como el órgano más extenso que poseemos y que ejerce de fantástica barrera protectora, acusa en primera línea el trato que le dispensamos a todos los niveles. Porque no solamente la tenemos que cuidar cuando hace más calor y está más expuesta. Su atención y mimo es imprescindible para que luzca en perfecta salud a lo largo de todo el año.
Para comprender su importancia y el extenso impacto que tiene en nosotros, debemos saber que la Vitamina E es un potentísimo antioxidante. Gracias a esta vitamina, mejora nuestra respuesta natural frente a diferentes desequilibrios. Como micronutriente liposoluble, ayuda a luchar contra el daño realizado en nuestras células por los radicales libres, agentes inestables y perjudiciales que atacan el colágeno y la elastina. Por lo tanto, evita un envejecimiento prematuro de nuestra piel, uñas y cabello. Protege frente a los rayos UVB, la contaminación y los agentes externos. Repara en profundidad cicatrices y quemaduras, y es un gran apoyo en la desaparición de estrías. Restaura la humedad natural de la piel, cuenta con grandes propiedades limpiadoras y mejora las ojeras y las bolsas de debajo de los ojos. Además, los antioxidantes que proporciona actúan como un potente escudo protector frente a los efectos dañinos del sol que podemos arrastrar desde el verano. Cuando se sufre carencia de vitamina E (o no se asimila correctamente) se muestra en nuestra piel a través de manchas en cara y cuello, acné, sensación de sequedad, arrugas. Por otra parte, puede manifestarse en caída del pelo, descamación, uñas que se rompen con facilidad, estrías, tez grasa y apagada, envejecimiento prematuro, labios agrietados.
La vitamina E se encuentra naturalmente en las espinacas, la col rizada, las acelgas, las nueces, las semillas y los aguacates.
Si no tomamos los nutrientes suficientes de manera natural (o nos encontramos en carencia) podemos aprovechar los suplementos alimenticios. Dichos suplementos garantizan añadir suficiente vitamina E a nuestra dieta diaria. En los productos Ysonut, vas a encontrar diversas opciones que te ayudan a cuidar, proteger y preservar tu piel y cabello, para que luzcan sanos y radiantes. Descubre Dermovance y Bourrache-Cassis como fuentes de vitamina E y disfruta de una piel perfecta y saludable todo el año.